domingo, 20 de mayo de 2007

Ha venido mayo...

Atento amigo Sancho...

Tras el sabor agridulce que en nosotros había dejado la romería de Tomelloso (agrio por el desenfreno juvenil; dulce por encontrar aún vivas algunas tradiciones ancestrales) continuamos nuestro caminar por tierras manchegas. Unas tierras que, en este hermoso mes, se hallaban plagadas de los mil y un colores que flores regalaban a nuestra vista. Con tan placentera visión y el alegre trotar de Rocinante y Rucio, cubrimos el trayecto que va desde Tomelloso hasta otra de las localidades ya visitadas en una ocasión por mi fiel escudero y yo.

Se trataba, indiscutiblemente, de la ciudad del mayo manchego por excelencia: la villa de Pedro Muñoz. No en vano, esta fiesta tan arraigada, tanto en esta localidad como en lugares aledaños, había sido declarada en esta ciudad, Pedro Muñoz, de interés turístico regional.

Sancho y yo quisimos conocer más de cerca esta antigua tradición. Descubrimos que tres eran las clases de mayos más comunes: los dedicados a la Virgen, a las fermosas mozas del lugar y los mayos a la cruz.

Por si vuestras mercedes no han tenido el placer de deleitarse con tales cánticos, me dispongo a explicarles brevemente en qué consiste cada uno:
- En primer lugar, encontramos los mayos a la Virgen (tenga ésta la acepción que cada localidad le haya puesto). En ellos se alaba a la hermosura, la grandiosidad, la entrega, el amor... todas las cualidades que posee la patrona de la localidad.
- También en alabanza a la hermosura femenina son los mayos dedicados a las doncellas del lugar, que son, sin lugar a dudas, los más inspirados e imaginativos. Tradicionalmente, la última noche de abril los jóvenes del pueblo acudían a cantar mayos a la puerta de las mozas casaderas, siguiendo siempre un mismo esquema: primeramente se pedía licencia a la dama por parte de los rondadores; una vez conseguida, se alababa la belleza de la doncella, realzando una por una todas las partes del gentil cuerpo de la joven. Como era de esperar, muchas de estas rondas terminaban con un compromiso y una boda.
- Por último cabe destacar los mayos a la cruz, muy arraigados también en toda la geografía castellanomanchega. Éstos se cantaban en torno a una cruz que, adornada con multitud de flores, se colocaba a la puerta de las casas, iglesias, etc. La finalidad principal de estos mayos era la de agradecer la cosecha de aquel año o cualquier otro suceso destacado acaecido en aquel lugar.

Una vez satisfecha la curiosidad de todos cuanto leen estas letras, sobre las clases mayos existentes, no queda sino relatar la intensa jornada que mi fiel escudero y yo vivimos en "la cuna del mayo manchego".

"HA VENIDO MAYO
BIENVENIDO SEAS
PARA LAS CASADAS
VIUDAS Y SOLTERAS"

Entonando esta y otras coplillas semejantes, la alegre comitiva formada por las autoridadades, grupos participantes, mayeras infantiles y juveniles y demás gentes del lugar, iniciaba su desfile desde la Plaza de España hasta la de toros, lugar donde se celebraría (Dios mediante y si el tiempo lo permitía) la XLIV edición del Festival del Mayo Manchego.
Ya en nuestro destino, Sancho y yo nos acomodamos lo mejor que pudimos para disfrutar de una tarde de folklore, tradición y, como no podía ser de otra manera, los mayos. Una hermosa dama, la sin par bella y elegante Eva González (según pudimos saber, ex miss España y novia de un famosísimo portero del Real Madrid), fue la encargada de presentar el acto, no sin antes elevar una súplica al cielo para que la lluvia aguardase al final del día. El cielo, como buen galán que es, atendió tan delicada petición y permitió que el festival se celebrara sin contratiempos.

¡Qué festín de buen folcklore manchego pudimos disfrutar! Llegados de distintas partes de la región, los grupos "Almazara” de Mora (Toledo), “Nazarín” de Miguelturra (Ciudad Real), “San Pablo” de Albacete y “Sherezade” de Fuensalida (Toledo), sin olvidar el grupo anfitrión "Virgen de los Ángeles" deleitaron al numeroso público asistente con jotas, seguidillas, fandangos, rondeñas... y todo el amplio abanico de bailes que compone el folklore tradicional castellanomanchego.
El Festival del Mayo Manchego de Pedro Muñoz es uno de esos resquicios que aún queda de nuestra verdadera esencia, de nuestro folklore popular. Una de esas "raíces desenterradas" día a día, año tras año, desde hacía ya 44, no sólo en aquel emblemático lugar, sino en la mayoría de pueblos que, con gran orgullo por nuestra parte, íbamos recorriendo mi fiel escudero y yo precisamente con ese afán: el de corroborar que el espíritu de Castilla - La Mancha seguía vivo, en pie, cual fortaleza indestructible que resiste las feroces embestidas de la modernidad.


* Para conocer más de cerca los grupos que hacen que el folklore de Castilla - La Mancha esté más vivo que nunca, visitad la página de la Federación Castellanomanchega de Asociaciones de Folklore.

1 comentario:

Paty dijo...

Elena, me encanta tu blog. Me parece muy interesante y, sobre todo, me queda muy cercano, porque casi todo me recuerda a la tierra de mi familia, la maravillosa Cuenca.
Qué pena que este año no pude ir a que me cantaran los mayos, aunque yo no sea moza del pueblo como tal, pero todo se andará...
Sigue así wapa!!!