martes, 22 de mayo de 2007

El folklore une a los pueblos

Atento amigo Sancho...

Apenas terminábamos de disfrutar del magnífico festival de mayos de Pedro Muñoz cuando, sin previo aviso, recibimos un correo urgente. Tan urgente que el pobre mensajero llegó hasta nosotros sin aliento y sin poder mediar palabra, entregándonos una misiva que rezaba así:

"A la atención de Don Alonso Quijano, más conocido por Don Quijote de La Mancha.

Estimado Señor Don Quijote:
Tengo el honor de dirigirme a vuecencia a través de estas letras para hacerle llegar mi más ferviente deseo de que nos acompañe en un viaje más allá de las fronteras de nuestro país. Un viaje que nos llevará a tierras francesas, concretamente a Niort, ciudad hermanada con la nuestra. Disculpad que no me haya presentado. Soy una joven componente del grupo folklórico "Manantial del Vino", de Tomelloso.
Como fiel seguidora de las tradiciones más ancestrales de nuestra tierra, tales como los bailes y cantos populares, me llenaría de dicha poder compartir con vuestras mercedes (Sancho y vos) tres intensos días en la ciudad antes mencionada. Tres días llenos de tradición, folklore y cultura popular que seguro colmarán sus expectativas sobre la búsqueda de las tradiciones más arraigadas de nuestra hermosa región.
Para tal misión, sería necesario que vuestras mercedes se trasladasen de inmediato a Tomelloso (lugar que, por sus escritos, ya conocen bastante bien), para iniciar un largo pero ameno viaje hacia el país vecino.
Sin más y esperando acepten mi propuesta, la cual seguro no les defraudará, reciban un cordial saludo de una humilde emisaria de las tradiciones manchegas"


Ante tal propuesta, mi fiel escudero y yo no lo dudamos un instante: ¡volvamos a Tomelloso para iniciar otra aventura! Suerte que esta noble ciudad castellanomanchega se encontraba cercana a Pedro Muñoz y, con intermitente trotar de nuestros corceles, conseguimos llegar a Tomelloso, como dice el refrán, "en menos que canta un gallo".
Allí, en la hermosa plaza de España, un enorme autobús aguardaba pacientemente a que la comitiva se despidiera de los familiares y amigos que habían acudido a despedirles. Una joven se acercó a mi sorprendido escudero y a mí y con una amplia sonrisa nos dio la bienvenida, agradeciéndonos una y mil veces nuestra acertada decisión de acompañarles. Tras guardar a Rocinante y a Rucio en la misma entrada del Ayuntamiento (pobre de quien entrara allí en días sucesivos, pues no sabía cómo se las gastaban nuestros corceles cuando pasaban un día sin probar bocado), nos dispusimos a partir hacia tierras francesas.


Duro fue el viaje, voto a Dios. Pero el amable trato que recibimos de nuestros compañeros de viaje hizo del trayecto un agradable paseo por la geografía española.
Por fin llegamos a Niort y, tras alojarnos en una pintoresca posada (disculpen vuestras mercedes, hoy en día lo llaman hotel), nos encaminamos hacia el lugar donde aquellos días se celebraba la "Foirexpo 2007", en la que todas las ciudades hermanadas con Niort mostraban allí lo mejor de sí mismas. Polonia, Reino Unido, Alemania, España... países distantes en espacio pero unidos bajo un mismo techo, compatiendo tradiciones, experiencias, amistad...
En el rincón dedicado a Tomelloso, como no podía ser de otra manera, no podía faltar el buen vino, el queso, las afanosas encajeras elaborando sus delicados bordados, las reatas de mulas engalanadas (aunque eso sí, mulas fictícias)... incluso pudimos ver maquetas casi a escala real de algunos monumentos tomelloseros, como el Bombo o la Posada de los Portales.
Todo ello encaminado a que, también en Francia, se conociera lo más tradicional de esta tierra. Y vaya si lo conocieron. Sobre todo cuando el grupo "Manantial del Vino" hizo temblar el escenario con una extensa demostración de los bailes más representativos de Tomelloso. El numeroso público que allí se congregó no cesaba de aplaudir aquella excepcional muestra de folklore manchego.


Y es que, haciendo honor a un famoso spot publicitario (¿se dice así, no? vuestras mercedes me disculparán si me equivoco), las tradiciones son como la buena cerveza, "donde van, triunfan".
Hablando de cerveza. Los componentes de "Manantial del Vino" no sólo dedicaron su tiempo a regalar al público lo mejor de su arte. También hubo tiempo para el descanso y, como Alemania estaba presente en aquella grandiosa feria, ¿quién osaría no probar la mundialmente conocida cerveza alemana? Juzguen ustedes mismos si estos "quijotes del folklore" supieron o no apreciar el sabor de aquellas interminables jarras de dorado y espumoso líquido.
Sancho y yo, satisfechos una vez más y con la sensación del deber cumplido (el de reencontrarnos de nuevo con nuestras más arraigadas tradiciones) tuvimos, en esta ocasión, una satisfacción extra: la de ver cómo "EL FOLKLORE UNE A LOS PUEBLOS".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta su blog caballera andante, sigue narrandonos así las maravillas de una tierra hasta ahora bastante desconocida para mi. Cultural y simpático blog. Un beso, y enhorabuena. Ana

Anónimo dijo...

¡Qué lástima no poder acudir a sus MAYOS DE PEDRO MUÑÓZ! Espero poder asistir en los años vinientes.
La Malo

Paqui Pérez Fons dijo...

Hola Elena,
Ya te veo disfrutando de la cerveza en Niort. Es muy interesante conocer mundo al tiempo que vas dando a conocer las tradiciones de tu tierra. Aún te quedan muchas tradiciones para escribir muchas entradas en este blog. Es muy completo (vídeos, enlaces,...)y mucho más sofisticado que el mío. Espero que sigas ampliándolo. Ánimo. Volveré a visitarte.

Vicente Rodrigo dijo...

Pueblos unidos por el folclore y extensión de nuestra cultura a otros países... es fantástico!!!

Anónimo dijo...
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